Cuando empezamos a ver transitar palmas blancas y se escucha el retumbar de los tambores durante la noche, es porque se acerca la Semana Santa. A estas alturas del año, muchos costaleros y costaleras llevan varias horas de ensayos y empiezan a aflorar ciertas dolencias que deben ser tratadas antes de que se compliquen.
En Clínica del Peu i+ acostumbramos a recibir pacientes después de Semana Santa que solicitan nuestros servicios para tratar patologías que han aparecido después de participar activamente como costaleros. Dolores de espalda, sobrecargas en el cuello, rozaduras y dolor en la planta del pie, entre otros, suelen ser las lesiones más comunes y pueden evitarse si se previene su aparición.
Si eres costalero, mantilla, cofrade, participas o acompañas a un familiar durante el trayecto de una procesión, analiza si alguna parte de tu cuerpo trata de decirte que hay una lesión. Una simple molestia en la zona lumbar o una uña del pie dolorida tras un ensayo, te pueden jugar una mala pasada si no actúas a tiempo. En el caso de la Fisioterapia, puedes acudir a consulta el mismo día del acto al que vayas a acudir y te derivaremos a un profesional colaborador, en cuanto a la Podología te recomendamos que acudas una semana antes.
Como siempre, en Clínica del Peu i+ trabajamos por tu salud y bienestar.








Uno de las consultas más habituales en podología son las uñas encarnadas, condición muy frecuente tanto en niños como en adultos. La mayoría de los casos se trata de uñas con una curvatura excesiva con tendencia a introducirse en el canal lateral del pliegue ungueal. Si añadimos traumatismos de repetición, corte oblicuo de la uña, uso de calzado estrecho o sudoración excesiva del pie, resulta una uña muy dolorosa con inflamación, tejido de granulación e infección, llamada uña encarnada. Si sufres esta dolencia, continua leyendo.


