Todavía nos quedan unos días de descanso, vacaciones, calor y baños en la piscina. A pesar de ello, más de uno habrá notado los estragos que han causado los tres meses más deseados del año, el verano. En el tema que hoy nos ocupa, vamos directamente a uno de los principales invasores de las piscinas, tanto comunitarias como particulares: el Papiloma Plantar.

Son muchos los pacientes que, tras varios meses observando una pequeña lesión en la planta del pie, deciden acudir a consulta. Suelen referir que en un primer momento observaron una pequeña astilla bajo la piel e intentaron sacarla sin obtener resultado. Al cabo de los días, la lesión empezó a crecer y doler. En la mayoría de estos casos, se trata de un Papiloma Plantar. Cabe destacar que este tipo de lesión no tiene nada que ver con los tumores de cuello de útero, tan nombrados en los últimos años por la implantación de la vacuna contra el mismo (nos ocuparemos de este tema en otro post).

Ahora bien, ¿qué debemos hacer si observamos una pequeña lesión en la planta del pie, con aspecto rugoso y a veces, con unos pequeños puntos de color oscuro?. Lo primero es acudir al Podólogo para diagnosticarlo y en segundo lugar, hay que ser muy precavidos, ya que se trata de una lesión altamente contagiosa y, por solidaridad con nuestros parientes, amigos o vecinos estivales, debemos evitar sembrar el papiloma allá por dónde pisemos. Es recomendable utilizar chanclas, desinfectar la ducha con lejía y evitar caminar descalzo. El resto, es cosa nuestra.

Esperamos que este post-consejo os sirva para terminar las vacaciones lo más sanos posible. Esa es una de nuestras razones de ser como profesionales de la salud. Y recordad que la salud, empieza por los pies. Buen fin de verano!

Cristina Martínez Boix. Podóloga.