José María Moreno García. Autor.La Semana Santa ya está aquí y con ella, los últimos preparativos para los miles de costaleros y costaleras que participan en ella. Son muchas las motivaciones que hacen al costalero superar las dificultades físicas que supone participar en los cortejos procesionales. Sin embargo, no debemos olvidar las posibles consecuencias de un esfuerzo inadecuado.

Cabe destacar que la mayoría de las consultas derivadas de la tarea de costalero se deben a lesiones provocadas por falta de entrenamiento, dolor articular en espalda, tobillos y rodillas, deshidratación, quemaduras por fricción e incluso problemas respiratorios, entre otros.

Con el fin de que la ilusión y motivación del costaleros se vean recompensadas, es imprescindible seguir una serie de consejos para evitar esfuerzos innecesarios que puedan derivar en lesiones permanentes. Es importante prestar atención a la ejecución de posturas correctas para mejorar la distribución del peso y evitar sobrecargas, realizar estiramientos previos y posteriores, pisar con toda la planta del pie, hidratarse constantemente bebiendo pequeños sorbos de agua y respirar adecuadamente.

Recordad que la prevención y el consejo profesional ayudarán a evitar dolencias y lesiones futuras.

 Cristina Martínez Boix. Podóloga.


Parece ser que la primavera no se hace esperar y con ella, las dolencias típicas de esta época del año. Es por ello que queremos inaugurar nuestro blog con unos consejos muy útiles para este cambio de calzado estacional.

Durante los meses de Marzo y Abril son muy comunes las consultas podológicas por aumento de las dolencias en los pies. Entre los casos más demandados debemos destacar las molestias en las uñas del 1º dedo y en los espacios interdigitales. En el primer caso, es muy común que el paciente refiera dolor en los laterales de la 1ª uña (en algunos casos, puede darse en el resto de uñas), debido a que la uña se clava en la piel. En el caso de los dedos, el paciente suele referir la aparición de durezas localizadas entre los dedos, las cuales provocan mucho dolor al caminar.

La causa principal de estas dolencias es el aumento de presión en el zapato, provocado por la dilatación de los pies, derivada del aumento de las temperaturas. Si a ello le añadimos el uso del calzado cerrado y, en el caso de las mujeres, el uso de medias, la cosa empeora.

Ahora bien, ¿cómo podemos prevenir estas dolencias?. Basta con usar el sentido común y escuchar a nuestros pies. Os recomendamos prestar especial cuidado a la higiene e hidratación del pie. También es recomendable practicar ejercicio de forma regular y realizar baños con agua fría para mejorar la circulación de retorno venoso. Además, podemos añadir a la rutina de cuidado del pie una crema defatigante y descongestiva y sobretodo, realizar un correcto control de las durezas y corte de uñas por parte del podólogo.

Cristina Martínez Boix. Podóloga.